Las horas iban pasando mas deprisa de lo que hubiésemos querido. Se sucedieron momentos de recogimiento, de oración, de emoción... Poder tener nuestra imagen al culto fue muy especial para todos. Tras la Eucaristía de 20:00 dio comienzo el turno oficial de besamanos, justo después del canto de la Salve a nuestra titular. Una larga cola de fieles, se dispuso para rendir su personal tributo a la Virgen de la Esperanza en el día de su onomástica, y así casi sin darnos cuenta finalizó una jornada gloriosa para nuestra cofradía y para este Grupo Joven, demostrando a la ciudad de León cual es la manera de hacer las cosas en el Sacramentado y de lo orgullosos que estamos de que así sea.
Hermanos del Grupo Joven ¡Que sea enhorabuena!







